jueves, 28 de junio de 2007

Retrato...

Ella es mi mamá, su nombre es Cecil Henriquez y a pesar de que todos dicen que se ve muy joven para tenerme y para tener a mi hermano, tiene 42 años. Cuando le preguntan que a qué se dedica, ella dice que es mamá. Toda su juventud la postergó para estar conmigo y ahora no la consivo a ella sin mi hermano. Siempre he creido que en cierta parte de si no nos ve como sus hijos, sino que como sus "guaguas" de juguete con las que no terminó de jugar. Mi mamá es una niña grande que todavía, a pesar de todos los golpes, sigue soñando con principes azules, flores de colores y castillos en las nubes.


jueves, 21 de junio de 2007

Centro penitenciario femenino de San Joaquín: Em- presa- rias

Un cigarro en la mañana, un café para el frío, la cumbia bien fuerte. Se ríe, se baila, se canta, se ríe de nuevo.

Nadie llega tarde, el trabajo queda sólo a la vuelta de la esquina y al lado del metro; el problema es que algunas nunca más podrán cruzar Vicuña Mackenna, otras con más suerte esperan que los años pasen pacientes.

Según las definiciones formales, el trabajo es un derecho de todos los ciudadanos, pero ellas desde que están ahí, han perdido el título. Aún así nunca había visto a gente tan contenta cumpliendo jornada laboral.

Los talleres del centro penitenciario femenino de San Joaquín, le dan trabajo a más de 300 reclusas con distintos tipos de penas de cárcel. Todas con un buen comportamiento y ganas de surgir. Un puesto en estos talleres es un premio y cada una de las mujeres que ahí están lo sienten así a diario.














viernes, 8 de junio de 2007

Re- Tratar- Se


Cuando niña veía los ángeles aparecerse por las noches, uno blanco y uno negro, siempre intercalados; ninguno era malo, solo eran diferentes. Nunca me hablaron, nunca pude tocarlos. Durante años me despertaban en las noches y cada vez que ponía un pié en el suelo se esfumaban. Nadie me creía, creo que nadie me cree aún.

Hace un par de navidades atrás le pedí a mi mamá unas alas de ángel, no pensé que existiese regalo más mágico, pero no creí que pudiera hacerse realidad. En la noche buena vi un paquete enorme que se hacía notar por sobre los otros, cuando lo abrí y vi mis alas, creo nunca haber sido tan feliz. Como si fuera una niña me puse a volar por entremedio de todos, miré a mi mamá y supe en ese momento que ella había recuperado a su hija perdida entre encajes negros y pestañas repintadas... ya habían pasado 7 años desde que yo me había ido a otra parte, 7 años desde que me había envuelto en otra para que ya no doliera más.

Hay un año de mi vida que no recuerdo, hay un último día y luego fotografías borrosas se ven de repente. Tengo un rompecabezas arrastrando tras de mi, después tengo noches largas, difusas, mojadas, oscuras, tengo culpas y remordimientos que no me pertenecen. Cada día me despojo un poco, cada día intento lavarme un poco más la cara. Todavía miro por su hombro viendo si algo viene. Todavía es ella la que toma la pluma... Todavía no logro sacármela de encima...

viernes, 25 de mayo de 2007

El galán del barrio...

Francisco tiene 58 años, es diabético hace muchos y ciego solo hace cuatro. Un día dejó de ver. No pudo trabajar más. La plata se empezó a acabar y de un año a otro ese hombre fuerte e independiente que siempre había sido… se quedó acostado dejándose morir.

Hace poco más de un mes lo desahuciaron. Le quedaban tres días… pasaron 7.

Cada semana a escondidas jugaba los últimos pesos en un cartón de Loto, esa semana de su muerte, tuvo suerte y se ganó la Revancha.

Literalmente renació. Tuvo ánimos de seguir viviendo y se empezó a dializar. Ya no ve a su bastón como algo tan ajeno y es capaz de salir a dar una vuelta cuando se aburre del encierro de su casa.

Era el galán del barrio y aunque ya no ve a quien le hace ojitos, sigue coqueteando con cuanta mujer se le pone enfrente. Se pone sus lentes de sol (para que no se note que no ve), su camisa a cuadros y reparte sonrisas con ese garbo de actor de cine.

Vive con su mujer y su hijo. Cuando le dije que se tomara una foto con su esposa, me preguntó que para qué. Para que no crean que está solo, le dije. Se rió, se dio media vuelta y me respondió: “que yo viva con alguien, no quiere decir que esté acompañado”.






jueves, 17 de mayo de 2007

Parque O`Higgins: Solito el parque...

Que alguien recoja las hojas

Que alguien peine la muñeca

Que alguien repare las graderias

Que alguien prenda una vela

Que alguien termine lo que empezó

Que alguien levante lo que pasó por alto

Que alguien le ponga un antejardín a la mariposa

viernes, 4 de mayo de 2007

"A luca y a mil... la ideología"

Cada quién con su bandera de lucha. Mientras todos te hacen justicia, tu solo pasas.
... Haciendo honores a su día
Primero de mayo, día del trabajador.

jueves, 26 de abril de 2007

¿Qué es lo que realmente me gusta?


Las fotografías capturan el momento, nos ciegan un rato y miramos a través de un pequeño lente lo que nos rodea. Nos abstraemos. Por un momento dejamos de ser nosotros y pasamos a ser un algo omnipresente. La vida se llena de miles de recuerdos, pero ¿porqué no robar uno ajeno?. Cuando vi esta foto de Simón País, me di cuenta de que ese era un recuerdo que quería para mi, pero que era de otro.

Quizás es porque me gusta tanto Santiago, como a nadie que conozca. Quizás es porqué la luz del sol ya se va ocultando y va a dar paso a una noche de esas largas. Quizás es el cuerpo desnudo y a la vez ajeno al retrato que se deja caer en la cama. Son los tonos amarillentos. Es la contemplación a lo externo, desde la más intima privacidad. El cuerpo y la ciudad. Las montañas del desnudo que se condicen con las formas de los edificios. El valle de su espalda y la plaza del frente. Mirar sin querer ser mirado y de repente un intruso que se roba el momento.

Cada foto es un mundo, el mundo que vemos o el mundo que coloreamos a mano para poder ver como queremos. ¿Quién es mejor fotógrafo? El que captura o el que crea una nueva realidad y hace que los objetos comiencen a parecernos mágicos; que las luces nos cieguen, que los colores cambien y se vuelvan irreales.

Me gustaría haber estado tendida en esa cama, haber mirado impúdicamente la ciudad...